THE BEATLES |
Lejos
quedaron los tiempos en que solo grababan maquetas
en grabadores caseros o un acetato que cada miembro tuvo el derecho de
llevárselo a casa para escucharlo por un día entero.
John Lennon (guitarra
rítmica y voz), Paul McCartney (bajo
y voz), George Harrison (primera
guitarra y voz) y el recién incorporado Richard
Starkey (a) Ringo Starr (batería y percusión), The Beatles, se enfrentaban al reto de producir un
trabajo que sería auscultado por un público más amplio que el círculo de sus
admiradores y demás paisanos de Liverpool,
su lugar de origen. Para ello tuvieron que desplazarse al centro de la movida social
y cultural de Inglaterra: Londres.
No
obstante haber pasado un buen tiempo tocando en directo, tanto en su provincia
como en circuitos de clubes nocturnos de Alemania, y contar por aquellos días
con un club de fans, es de suponer
que la presión y los nervios les hayan mermado algo de seguridad escénica. En febrero del mismo año habían sido
rechazados por Decca Records. Habían
presentado un demo de muy baja
calidad técnica e interpretativa, que facilitó la decisión a unos ejecutivos que
tenían la idea preconcebida que los grupos con guitarras estaban pasados de
moda.
Cuando Stuart Sutcliffe dejó la banda, Paul McCartney pasó a tocar el bajo y The Beatles se convirtió en un cuarteto |
La
primera objeción que opuso Martin luego
de escucharlos en directo ese día fue
respecto del baterista. Ese puesto era ocupado por Pete Best, quien también participó en la grabación del demo. Hacía ya un par de años que venía presentándose con ellos en los antros
de Hamburgo, en los locales de bailes, parroquias y bares -como La Caverna- en Liverpool. Era parte de
la banda. Incluso había participado en la sesión fotográfica en que los Beatles mostraban su nuevo aspecto,
lejos de la imagen de rockeros que
los caracterizaba.
Según el mito que ha corrido desde entonces y que nunca se ha podido probar (por eso es un mito), para
George Martin la cuestión era
definitiva: Pete Best era malo y estaba por debajo del
nivel técnico de los demás y tenía que ser sustituido. Los Beatles restantes no podían arriesgarse a perder su gran
oportunidad y se vieron obligados a tomar una decisión. Su puesto lo ocupó Ringo quien tampoco logró, en un primer
momento, la aprobación de Martin (1).
Volviendo
al día 4 de setiembre, día de la primera sesión, George Martin había planeado que How Do You Do It?, tema del compositor Mitch Murray, sería el single de lanzamiento de la banda. Basto
un par de tomas para tenerlo listo. La voz estuvo a cargo de John. Mas, cuando se iba a proceder a
la mezcla definitiva de cara a su edición, Martin
se encontró con la resistencia de la banda a que ese tema fuera su primer single. La consideraban -en palabras de Lennon- una mierda y alejado de su estilo. Los chicos propusieron en su lugar
una cancioncilla ligera, menos sofisticada que la anterior, pero mucho más rockera: Love Me Do, que para acentuar lo inusual de la situación, había
sido escrita por ellos mismos. Y este fue el mérito de la banda y su productor:
el haber roto los esquemas desde el principio. La banda por olvidarse que
estaban allí en condición de recién fichados y porfiar por mantener su estilo; el
productor por no asumir una actitud de tirano y estar dispuesto a probar lo
mejor para sus artistas.
George Martin aceptó grabar Love Me Do,
pero exigió que John agregue unos
toques bluseros de armónica y se aligere
el tempo de la canción. Si bien,
inicialmente estaba vocalizada por John,
el hecho de encargarse de la armónica lo obligó a pasarle la posta a Paul. Tras unas cuantas tomas se logró
una primera versión que dejó medianamente satisfecho al productor. Se acordó
reanudar la sesión para la siguiente semana (11 de setiembre).
Para
aquella oportunidad George Martin
había tomado la decisión de gravar una nueva versión de Love Me Do y le comunicó a Epstein
que contrataría a un baterista profesional porque a su criterio Ringo no marcaba correctamente los
tiempos. Decisión razonable si se tiene en cuenta que llevaba poco tiempo como
baterista del grupo tras el despido de Pete
Best. No se había familiarizado aún con el repertorio de la banda. Love Me Do ya tenía buen tiempo como
parte del repertorio de los Beatles.
La nueva versión tuvo a Andy White como baterista; mientras que
Ringo tocó la pandereta (2).
Andy White, señalando con el dedo al pobre desgraciado que puenteó en el disco debut de una banda hace 50 años |
Hoy en día, la versión de Love Me Do con Ringo Starr en la batería, forma parte de los álbumes recopilatorios, Past
Masters, Anthology (CD 1), y el
descontinuado Rarities.
El lado B siempre fue ocupado
por la canción P.S. I Love You, en la que también Andy Whiten está a cargo de la batería; mientras que Ringo toca las maracas y la pandereta.
Esta, la historia de Love Me Do, es un historia harto
conocida, pero se trata de un hecho que dio origen a una de las épocas más
creativas que haya conocido la historia de la cultura popular, y que tuvo a los
jóvenes como sus principales artífices.
La “juventud” dejaba de ser una
mera etapa del crecimiento y desarrollo humano y pasó a ser una forma de
sentir, de ver el mundo, de pensar y de vivir.
A partir de ese 5 de octubre de 1962, fecha en la que Love Me Do salió al mercado y por tanto
The
Beatles quedaron expuestos al mundo, toda creación artística en el ámbito
de las letras, la música, la pintura, el diseño, etc., trascendería barreras
culturales, atravesaría las fronteras y haría de la juventud una sensación y
una membrecía universal.
The
Beatles adquirieron la condición de portavoces de su generación
debido a que su música atrajo a chicos y
chicas sin distinción de raza, credo o idioma y porque no se presentaban como
voceros del sistema. Su aparición en
la escena musical y su exposición mediática coincidió con una serie de factores
que harían de los años 60’s del siglo pasado una época de cambios que
alterarían el curso de la historia. A partir de esos años nada sería igual.
Y hoy que se cumplen los 50
años del lanzamiento oficial del primer single
de The Beatles, y por ende el inicio
de Beatlemanía,
muchos nos preguntamos del por qué no se ha vuelto a dar un fenómeno similar.
Primeras manifestaciones de la Beatlemanía: histeria de nuestras tías ¿o de nuestras abuelas? |
Antes, lo que importaba, lo que
motivaba a un adolescente comprar un disco, era el hacerse de una canción
porque creía que ésta le decía algo, además porque le permitía seguir la
trayectoria de un determinado cantante o banda de quien se consideraba un fan. Para ello era indispensable el
reproductor de música. Hoy el cantante, la banda, la canción, en todo caso la
música, ha pasado a un segundo plano. Los chicos y muchachas ya no hablan de ellos. Su interés,
su expectativa, su objeto de atención ha variado radicalmente. Lo que importa
ahora, es el reproductor. La atención se dirige al aditamento, la música es
ahora un pretexto.
Ya no somos fans de un grupo, somos fanáticos de un gadget. Webs, blogs, revistas se ocupan de hacer un seguimiento de estos como
la Rolling Stone lo hacía antes de un
cantante o un grupo.
Los medios son los que acrecientan
esta expectativa por los artilugios electrónicos. El lanzamiento de la nueva
versión de un Smartphone ahora recibe una cobertura mediática similar a la que no hace mucho recibía un nuevo álbum de Michael Jackson.
La crisis de la música popular radica no solo en la crisis del mercado y la industria
discográfica, sino también, en que el interés de las personas se ha desplazado
hacia lo material.
El fenómeno de la Beatlemanía se asienta en la música del
cuarteto, que a decir de Paul McCartney siempre habló del amor, la paz y del entendimiento. Lo primero que se nos viene a la mente cuando se
invoca el nombre de los Beatles es
la música que estos forjaron y su mensaje. Así la Beatlemanía es gozo del espíritu, del ánimo. El Beatlemaníaco se complace con el solo
hecho de escuchar la música de su grupo favorito, no importa el medio a través
del cual lo hace. Hay muchos que prefieren las versiones de los álbumes
grabados en el arcaico sistema monoaural,
y detestan las nuevas ediciones remasterizadas.
Eso significa que la música de los Beatles
trasciende la tecnología.
Así, puede resultar difícil
para un adolescente de hoy, entender que ser un Beatlemaníaco implica una forma de entender y ver la vida, donde la
música siempre ocupa un lugar importante.
Come together |
Por ello, nosotros los Beatlemaníacos, nos preocupamos en
transmitir a nuestros hijos el gusto por la música, y qué mejor si se trata de
la música de The Beatles.
La música siempre será el mejor
medio para elevar el espíritu. La música es el mejor puente de diálogo entre
padres e hijos. Ya no es como antes, en que la música dividía, separaba a las
generaciones. Padres e hijos, hoy, pueden compartir momentos juntos escuchando
la misma música. Ahora se puede llegar a tener una idea de quiénes son los
padres de un adolescente por la música que este escucha. La música, ahora, es
algo que también se transmite a los hijos.
Sólo es necesario hacerles
entender que ella es más importante que su reproductor.
Dios quiera que vuelva a surgir
un fenómeno igual o mucho mejor que la Beatlemanía
y que ello sirva para sensibilizar a los adolescentes y jóvenes, siempre con la
idea que lo más importante es el alma humana y no las cosas materiales.
¡Feliz
50° aniversario Beatlemaníacos!
God
save:
(1) El día 16 de agosto, Brian Epstein se hizo cargo de informar
a Pete Best la decisión del grupo
por la cual quedaba fuera. Un día antes, Ringo
Starr había sido invitado a unirse a la banda.
(2) Nunca más un Beatle iba a ser sustituido en su
puesto por otro músico en una sesión de grabación. En 1968, Eric Clapton, por invitación de George Harrison, tocó la guitarra en la
canción While my guitar gently weeps que formó parte del White Album,
canción que fuera escrita por el propio George.
(3) Las versiones de Love Me Do son fácilmente
identificables. La que cuenta con sonido de pandereta es la “oficial” con Andy White; la otra es la de Ringo.
Soundtrack:
Three Cool Cats: The Beatles - Demo para Decca Records (enero 62),
Memphis: The Beatles - Demo
para Decca Records (enero
62),
How Do You Do It?: The Beatles - Anthology 1995,
Love Me Do: The Beatles (version
con Ringo Starr) - Past Masters - 2009,
P.S. I Love You: The Beatles - Please Please, Me - 1963,
Love Me Do: The Beatles (version con Andy White) - Please Please, Me - 1963.
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